Isla de Reunión - Octubre 2015 -

Si hay una imagen verdaderamente representativa de la isla de Reunión, es la de la cerveza conocida como "Dodo" (en francés pronunciado "Dodó"), bebida local por excelencia, de la que encontraremos imágenes como la de la foto por todos los rincones de la isla. De paso, hemos aprovechado para culturizarnos buscando algo de información sobre el Dodo, que da nombre a esta cerveza y que es una especie de ave extinta endémica de las islas Mauricio, a "tiro de piedra" de la Reunión, en el Océano Índico... para eso y para tomarnos unas cuantas Dodós, que con el calor sientan fenomenal :)



Comenzamos el viaje, recién llegados a la isla, visitando el Pitón Maïdo y las espectaculares vistas del Circo de Mafate y La Nouvelle



Primer contacto con algunos ejemplos de fauna local, como este tejedor, que construye nidos de hierba entretejida, con la entrada en la parte inferior, colgando de los extremos de las ramas de los árboles...





...o este lagarto que tuvimos como animal de compañía, en el jardín, durante toda la estancia



Visita al Circo de Cilaos e Îlet à Cordes. Para llegar hay que recorrer la carretera "de las 400 curvas", que hace honor a su nombre, pero los paisajes merecen la pena



La isla destaca también por la cantidad y variedad de flores y especies vegetales en general, como este precioso ramillete



Uno de los principales atractivos de la isla es su volcán, el Pitón de la Fournaise, uno de los más activos del mundo ya que ha entrado en erupción más de 100 veces desde 1640. La última erupción... pocas semanas antes de llegar nosotros, así que esta vez podemos decir que nos ha sonreído la suerte :)





La morfología del Pitón de la Fournaise hace que el acceso sea fácil permitiendo una perfecta observación del volcán y los ríos de lava desde los contrafuertes de la antigua caldera. Indescriptible. Hemos esperado la caída de la noche para poder apreciar mejor el espectáculo :o



La cascada de Langevin



Y pausa para reponer fuerzas...



Dodó y algo que llevarse a la boca: bouchons y samoussas.



No deja de ser curioso que una gran parte de la gastronomía local esté basada en platos orientales como estos dos, originarios de China e India respectivamente.
La Reunión es una isla que ha sido descubierta y colonizada relativamente tarde, hacia 1500, y una de las pocas de la región en las que los primeros habitantes fueron europeos. Durante las diferentes fases de colonización, llegaron a la isla gentes venidas de lugares tan dispares como Madagascar, el este de la Africa continental, India, la China cantonesa o Europa. Se puede decir, pues, que la población de la isla es realmente mestiza. Para muestra, este templo hindú en la localidad de Saint-Louis, que nos traslada por un instante a la India. Durante este viaje hemos tenido ocasión de disfrutar de otras manifestaciones religiosas hindúes como procesiones y rituales a la orilla del mar


Alguno podría pensar que este tipo de templos/arquitectura es normal por estas latitudes pero hay que tener en cuenta que no hemos salido del territorio francés, que estamos en zona euro, que una gran parte de la población de la isla es gente venida de la Francia continental, que vemos todos los días las mismas oficinas de correos, supermercados o infraestructuras que hay "en casa"... que estamos en Europa, en definitiva, por lo que este tipo de mezclas culturales resultan bastante curiosas.

Aquí debajo, un campo de caña de azúcar que se utiliza, entre otras cosas, para la fabricación del ron, que es uno de los principales productos de exportación de la isla y que cuenta con buena reputación. Podemos dar fe de ello, sí... hip !



Una de las imágenes que más se repite es la de las escarpadas montañas, verdes hasta la cima, rodeadas de niebla. Como se trata de una isla de origen volcánico, al alejarse de la costa se gana desnivel rápidamente, pudiendo pasar en pocos kilómetros de distancia del nivel del mar a los 3.000 metros de altitud. Por eso, casi cualquier desplazamiento conlleva el pasar por carreteras de montaña



A continuación os presentamos a Tuitui, que nos visitaba cada día a la hora del desayuno



Un paseíto, para estirar las piernas, a través de este precioso bosque primario para llegar hasta la cascada del Trou de Fer







Retomamos la carretera para visitar algunas de las coladas de lava de erupciones pasadas. Esta data de 2002 y se llevó por delante gran parte de la red de carreteras del sur de la isla





Otro de los atractivos es el avistamiento de delfines... este día pudimos ver un grupo de alrededor de cien individuos :)



Una de las actividades más comunes en la isla son las marchas de montaña. Como el clima es propicio, casi cualquier momento del a­ño es adecuado para salir a caminar. Una pequeña excursión por la ruta des Trois Bassins.

¡¡Fijaos en el tamaño de esos bambúes!!







Los atardeceres, aquí, son magníficos



Ya estábamos tardando en darnos un chapuzón, así que ¡vamos allá, que será por falta de playas de arena blanca y aguas de color turquesa!





Gafas y tubo y... a ver qué encontramos por aquí...



¡¡Sorpresa!! Lo más inesperado del viaje y una de las cosas que más nos ha emocionado: en determinadas playas, a pocos metros de la orilla, se pueden encontrar barreras de coral con cientos de peces de colores. Uno tiene la impresión de estar en un documental :) :)







Un pez trompeta



...y estos "triángulos" tan chulos





Nos habríamos pasado todo el día metidos en el agua viendo peces :)

Eso sí, cuidado con los tiburones, que andan merodeando... y no es broma. A los locales no les gusta que se hable de los tiburones porque daña bastante la imagen de la isla y ahuyenta a los turistas pero lo cierto es que los ataques de tiburón a bañistas y surfers se repiten, en la mayor parte de las playas está prohibido bañarse y hay carteles, como este de aquí abajo, que no son muy tranquilizadores. De todas formas, hay suficientes zonas protegidas por la barrera de coral para poder observar la fauna marina y disfrutar de un baño en seguridad, como hemos visto



Otro atardecer de foto, esta vez desde la playa







El parapente es una actividad bastante popular en la isla. No hemos podido resistir la tentación y nos hemos lanzado a los aires



Un último paseíto. Esta vez subimos al mítico Dimitile desde donde hay unas impresionantes vistas del Circo de Cilaos





Por el camino vamos disfrutando de estos pequeños placeres visuales que nos ofrece la naturaleza



Aquí debajo, un ejemplo de la gran variedad de flores salvajes que se pueden encontrar en la Reunión



Para acabar nuestro viaje a la isla, visitamos Kélonia, observatorio de tortugas marinas que participa en el programa de protección de tortugas marinas del Océano Índico y que acoge tortugas enfermas o heridas, para su recuperación





...la Dodo lé la!



El cielo II - Octubre 2015 -

Vuelo en parapente en Saint-Leu, en la isla de Reunión.

Como siempre tiene que haber una primera vez para todo, y parece que las vistas merecían la pena, ...hemos cogido carrerilla y hemos saltado para sobrevolar un pedacito de la isla de Reunión, su mar y sus corales.

A pesar de los nervios iniciales, el silencio y la calma al verse suspendido bajo las nubes hacen que te olvides de todo y te dejes llevar disfrutando de las vistas.

Shhh... ¿saltamos?



Le tour du Léman - Julio 2015 -


Hace tiempo que veníamos pensando en hacer una escapadilla en bici así que hemos aprovechado que tenemos cuatro días libres para dar la vuelta al lago Lemán, entre Francia y Suiza, que nos pilla "al lado", seguir descubriendo un poco más la región y conocer las ciudades a la orilla del lago.

Lo cierto es que viajando en bici uno está bastante más limitado a la hora de visitar las ciudades respecto a la manera a la que estamos acostumbrados, ya sea porque los accesos en bici no son igual de fáciles que a pie o porque a cada parada hay que buscar un sitio adecuado donde tener las bicis y el equipaje bajo control.

En cualquier caso, una experiencia recomendable que, sin duda, repetiremos.

Comenzamos la ruta desde el lado francés, cerca de Ginebra, para recorrer el lago en sentido horario. La mayor parte del camino, tanto en el lado francés como en el suizo, está señalizado. De todas formas, tomando como referencia la orilla del lago, es prácticamente imposible desorientarse y salirse de la ruta.

Lo de los carriles-bici es otra historia. Si bien es cierto que durante la mayor parte del recorrido se ofrecen alternativas a las carreteras nacionales, por rutas con menos tráfico, el recorrido completo sobre carril-bici está bastante lejos de estar finalizado.



Bicis y maletas listas... ¡vamos allá!



Entramos en territorio suizo y llegamos a Ginebra donde encontramos "el chorro de agua", uno de los emblemas de la ciudad.





Dejamos atrás Ginebra y seguimos bordeando el lago. Aunque la mayor parte de la orilla está edificada, y los pueblos y ciudades se suceden unos a otros, por el camino se puede disfrutar de algún que otro rinconcillo campestre como este.





En Saint-Prex, uno de los pueblecillos donde hemos parado, había una exposición de fotografías entre las que estaba esta de aquí debajo; un curioso fenómeno que se observa en ocasiones en la orilla del lago durante el invierno: la formación de capas de hielo por "superenfriamiento" de las gotas de lluvia. No sé cada cuanto ocurrirá esto pero ¡fijaos en la diferencia con el aspecto que tiene el paseo en verano! :)





El puerto de Ouchy, en Lausana, por donde ya hemos pasado en otra ocasión :)



Dejamos atrás Lausana y seguimos pedaleando entre los viñedos de Lavaux, patrimonio de la Humanidad. En el pueblo de Grandvaux encontramos esta estatua de Corto Maltés, dominando una impresionante vista sobre los preciosos viñedos, con el lago y los Alpes de fondo.



Una de las particularidades de los viñedos de Lavaux es que se encuentran sobre laderas de gran pendiente, en terrazas, lo que dificulta bastante la tarea de la vendimia. Para solventar este problema los locales se las han ingeniado construyendo una especie de funiculares sobre raíles que permiten transportar la uva hasta lo alto de las laderas.



Un merecido baño para acabar esta calurosa jornada. El agua no está tan fría como parece ;)



Vevey, lugar donde Charles Chaplin pasó los últimos años de su vida...



...y donde podemos encontrar otras expresiones artísticas como este curioso tenedor pinchado en el lago.





Montreux, patria de acogida de Freddie Mercury, y donde tiene lugar uno de los más importantes festivales de Jazz a nivel internacional



...y, no demasiado lejos, el castillo de Chillon



Seguimos rodeando el lago. Ya casi de vuelta al lado francés, cruzamos la desembocadura del Ródano sobre el lago Léman.



Llegamos a Evian, conocida por sus aguas medicinales. No perdemos la ocasión de parar a llenar la cantimplora en el manantial con la esperanza de rejuvenecer unos años ;)





Para finalizar este "tour du Léman", visitamos la villa medieval fortificada de Yvoire, el pueblo más bonito de todos los que hemos atravesado en este viajecillo.



¡Prueba superada! Hemos pasado un poco de calor pero ha merecido la pena, ¿no creéis?