Un breve paseo por la capital charra.
La calle Compañía y, al fondo, el edificio de la Universidad Pontificia
La Catedral Nueva de Salamanca. ¿Por qué "la Nueva? Pues porque, obviamente, hay una "Catedral Vieja". La Vieja, del siglo XII-XIV, estuvo a punto de ser derruida al iniciar las obras de construcción de la Nueva pero se conservó por la necesidad de disponer de un sitio donde celebrar el culto mientras se construía la Nueva. Finalmente se mantuvo de manera definitiva y ambas catedrales aparecen fusionadas en lo que resulta un conjunto bastante peculiar.
Detalle de la puerta principal
La catedral de Salamanca ofrece un visita bastante curiosa y recomendable. Accediendo por la torre del campanario se llega hasta los tejados de la catedral vieja y un pasillo nos lleva hasta el interior de la catedral nueva donde se puede recorrer parte del interior de la nave principal de la catedral desde las alturas. No hay muchas catedrales que se puedan visitar de esta manera
La Torre del Gallo de la Catedral Vieja
El campanario de la Catedral Nueva
Vista del centro de Salamanca
El campanario, una vez más, y un detalle de un reloj que hay en su pared
Detalle de la nave central con una grieta probablemente provocada por el terremoto de Lisboa de 1755. El terremoto fue tan fuerte que sus efectos afectaron a muchos edificios de Salamanca entre ellos la catedral y muy especialmente la torre del campario que hubo de ser reforzada por miedo a que se desplomara (se barajó la posibilidad de desmantelarla). Como curiosidad, desde aquel día, al mediodía de cada 31 de octubre el Mariquelo escala la torre en agradecimiento por la milagrosa salvación del edificio y la ausencia de víctimas mortales en Salamanca
El famoso astronauta, en la puerta de Ramos, frente al Palacio de Anaya. Este y otros controvertidos motivos, por su anacronismo, fueron esculpidos durante la restauración de la puerta de la catedral con motivo de la exposición Las Edades del Hombre en el año 1993.
La unión de ambas catedrales, desde el Patio Chico
La Casa Lis, curioso palacete modernista que, por lo visto, en alguna ocasión se ha librado, por los pelos, de ser derruido por no "encajar" en la estética de Salamanca
La Casa de las Conchas, representativo edificio de la arquitectura civil gótica.
La Plaza Mayor. Una de las plazas mayores más bonitas de España... sino la que más. Un paseíto por sus soportales, en invierno, con la plaza desierta... hmmm...
Bueno, creo que volveremos a Salamanca para ver todo esto un poco más pausadamente... ¡seguro!