Cuba - Mayo 2019 -





Una de las cosas que más llaman la atención cuando uno llega a Cuba son sus coches. Podría pensarse que se trata de coleccionistas que cuidan con mimo de sus automóviles antiguos pero nada más lejos de la realidad (aparte de lo que se refiere a los cariñosos cuidados): es la necesidad la que ha hecho que los cubanos hayan tenido que arreglárselas para mantener en vida estas reliquias de antes de la Revolución que, desde entonces, forman parte de la vida cotidiana de la sociedad cubana.

El fin de las relaciones comerciales entre Cuba y Estados Unidos y el posterior bloqueo impuesto por éste último sobre la isla a partir de 1960 - hecho condenado en reiteradas ocasiones por las Naciones Unidas, a excepción de los propios Estados Unidos e Israel - ha supuesto un lastre para la economía cubana y ha hecho que bienes de consumo como los coches, que en cualquier país desarrollado son fáciles de conseguir, en Cuba sean prácticamente inaccesibles ya no por su precio si no porque, simplemente, no existen. En cualquier caso los cubanos han sabido ingeniárselas para conseguir que estas maravillas mecánicas sigan funcionando tras más de medio siglo.

Pequeños tesoros con los que deleitarse la vista en cada calle y carretera.





Comenzamos nuestra visita a La Habana por el Capitolio Nacional, construido en 1929, uno de los edificios más imponentes de la ciudad. Desde 2010 se encuentra en proceso de restauración para devolverle sus funciones originales y que vuelva a ser la sede del parlamento cubano.



La catedral de La Habana, en el corazón de La Habana Vieja, la zona más antigua de la ciudad, declarada por la UNESCO en 1982 Patrimonio de la Humanidad.



En la Habana Vieja encontramos, también, estas dos figuras que son conocidas por ser los símbolos comerciales de dos famosas casas productoras de ron. La primera, un murciélago, se encuentra en lo alto del Edificio Bacardí. La otra, conocida como "La Giraldilla", símbolo de la ciudad igualmente, se encuentra en lo alto del Castillo de la Real Fuerza, baluarte de La Habana colonial, frente al canal de la bahía.



El Malecón, quizás el símbolo más reconocido a nivel internacional de la ciudad. Amplia avenida con un larguísimo muro que se extiende sobre toda la costa norte de la capital cubana a lo largo de ocho kilómetros. El Malecón rebulle de vida, los habaneros y habaneras pasan aquí día y noche paseando, tocando la guitarra, charlando... o pescando, como en este caso.



En lo que a charla se refiere, a los cubanos no les falta. En la calle, los más descarados van a intentar acercarse a los viajeros con la intención pretendida de entablar una amistosa conversación que en la mayor parte de los casos acabará por desviarse hacia el tema "económico". Que nos se nos malentienda, es totalmente comprensible que cuando alguien que no tiene casi nada ve a otro alguien que viene del mundo acomodado, como nosotros, se acerque para intentar sacar algo con lo que obtener el sustento diario, pero es cierto que resulta agotador ver como nueve de cada diez conversaciones que comienzan con un fingido interés por conocer a la otra persona acaban siempre de la misma manera.

En numerosas ocasiones han intentado infructuosamente "invitarnos a un trago" para que fuéramos nosotros los que pagásemos la cuenta, nos han invitado a ir a ver un inexistente concierto de un conocido cantautor de la Nueva Trova, a un espectáculo de danza que nunca tendría lugar, nos han explicado que eran artistas sin fortuna o, en repetidas ocasiones, que algún familiar sufría una incurable dolencia por lo que necesitaban algo de dinero para salir adelante. Es por ello que resulta agotador estar lidiando continuamente con este tipo de situaciones (sobre todo en La Habana que, como todas las grandes ciudades, cuenta con mayor concentración de buscavidas) pero, bueno, siempre se aprende algo y siempre resulta interesante charlar un rato aunque se conozca de antemano el desenlace de la charla.

El monumento a José Martí, en la plaza de la Revolución, punto más alto de la ciudad de La Habana. En la base del monumento se encuentra el Memorial José Martí, en el que se leen 79 pensamientos del que fuera político, pensador, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la guerra del 95, guerra de Independencia de Cuba.



En la plaza se encuentra también un monumento a Camilo Cienfuegos, uno de los grandes héroes de la Revolución cubana, sobre la fachada del Ministerio de Comunicaciones, así como la conocida imagen del Che Guevara, inspirada en la famosa fotografía de Alberto Korda, hecha relieve escultórico. La primera, la de Camilo, inaugurada en 2009, aún no existía la última vez que anduvimos por aquí... ¡hace 18 años!



En una calle cualquiera, otro ejemplo de auto bien conservado...



...aunque ¡no todo iba a ser soberbios descapotables brillantes de los años 50! Aquí tenemos precisamente un ejemplo de lo contrario: sobrio y funcional coche soviético procedente de las estrechas relaciones que el país mantuvo con la Unión Soviética hasta el derrumbe de ésta a principio de los años noventa. ¿Será un Micro Machine? :D



Si tuviéramos que definir La Habana con una sola palabra, esta sería "decrepitud". Una decrepitud con mucho encanto que deja entrever un pasado glorioso cuando La Habana era una de las ciudades más ricas y notorias de la zona de América Central y Caribe, durante los siglos XIX y XX, gracias sobre todo al comercio del azúcar que produjo un crecimiento demográfico, socio-económico y cultural.

Decrépitos son la mayor parte de los grandes edificios de viviendas...



...y decrépitos, y faltos de medios, son los establecimientos comerciales como la carnicería y la pescadería que os mostramos aquí debajo. Una vez más se pone de manifiesto la carencia de productos y medios reinante en Cuba.







En esta ciudad cada uno tiene que buscarse "el pan" como puede:



La vida ocurre fuera, en las calles llenas de gente día y noche



y las manifestaciones artísticas nos sorprenden a cada paso





Una última pausa en La Habana para coger fuerzas y seguir camino



El tema de la Revolución cubana, sus antecedentes, la lucha armada, las consecuencias y su continuación durante las décadas posteriores darían para llenar entradas y entradas en un blog pero no es nuestra intención hablar de política (o sí, pero nos desviaríamos de nuestro propósito principal, los viajes) así que recomendamos que cada uno se informe convenientemente y se forme sus propias ideas e opiniones.

No sabemos si la Revolución está aún viva en Cuba pero sí que está presente en el día a día del pueblo cubano ya sea en forma de CDR, en los medios de comunicación, en las vallas publicitarias al borde de la carretera, como las mostradas en la siguiente foto, tomada camino de Viñales, en frases de los personajes destacados de la Revolución que aparecen grabadas en los muros, tras cada esquina, o incluso al encender la televisión, como se puede ver en la misma imagen aquí debajo (sí, José Martí no es un personaje coetáneo de la Revolución cubana pero sin duda su pensamiento ejerció una influencia sobre los actores principales de ésta).

Como curiosidad, pensábamos que después de estos años, desde la última vez que estuvimos aquí, la gente estaría más dispuesta a hablar abiertamente, a dar su opinión sobre el sistema de gobierno vigente en Cuba. Sin embargo, y a pesar de la apertura y la mejora en cuestión de derechos y libertades que el país ha experimentado durante los últimos años, casi cada vez que hemos preguntado a alguien, cuando hemos pedido una opinión sincera, nos han respondido con evasivas y de manera ambigua y casi todo el mundo se ha limitado a decirnos, con languidez, que están contentos con el hecho de sentirse en seguridad en las calles o a explicarnos las excelencias de los sistemas de salud y educación del país que, por cierto, más de un país desarrollado querría para sí: el analfabetismo es prácticamente inexistente en Cuba y la Salud Pública ha ganado el reconocimiento de organismos mundiales especializados; entre otros hechos destacables, Cuba posee una de las más bajas tasas de mortalidad infantil del mundo.

Así que, nos quedamos sin tener una idea precisa de si hay poca o mucha gente que esté aún de acuerdo con la Revolución. La mayor parte de la gente que nos habla de la ello lo hace con la boca pequeña. ¿Quizás sea entre las personas mayores, que vivieron de cerca los primeros tiempos, donde la idea de Revolución sigue más viva?



En la televisión, precisamente, descubrimos a Elpidio Valdés que corre mil y una aventuras luchando por la liberación de su patria del colonialismo español. Le hemos cogido cariño al pequeño coronel mambí :)

Por cierto, algo que merece la pena comentar es que ni en la televisión, ni en las vallas al borde de la carretera, ni en ninguna parte veremos un solo anuncio publicitario, es algo que no existe en Cuba (y es de agradecer, la verdad) sólo eslóganes y consignas pro-sistema y pro-revolución como las que acabamos de mostrar.



Ya en el valle de Viñales, con los mogotes al fondo. Los mogotes, tan característicos de esta región, son grandes formaciones de roca caliza erosionadas por la lluvia y el viento.



El valle de Viñales es un área agrícola donde se cosechan frutas y verduras, pero sobre todo café y tabaco cultivado mediante métodos tradicionales.



Bueno, pues ya que estamos, habrá que probar los productos locales :)



En el Valle de Viñales podemos apreciar de nuevo el estado de desarrollo del país, esta vez en lo que se refiere a la maquinaria y los métodos agrícolas. En Cuba se siguen utilizando los animales de manera intensiva para las labores del campo. Bueyes para las tareas de labranza, caballos y mulas para el transporte, tirando de carretas; hemos visto muy poca maquinaria o tractores, lo que es debido sin duda, y una vez más, a las enormes carencias y desabastecimiento que sufre el país. Los agricultores nos hablan de agricultura biológica y métodos naturales y sostenibles. No cabe duda de que así es, de que este campo no sufre de exceso de fertilizantes y pesticidas, pero seguro que si tuvieran fácil acceso a productos químicos no dudarían en utilizarlos para aumentar o acelerar la producción. En fin, en lo que concierne a la calidad de los productos, así es mejor.







En el Valle de Viñales podemos encontrar una buena diversidad de aves, como el aura tiñosa, primo lejano del cóndor



o este simpático pájaro carpintero.



Estos curiosos lagartos de cola enroscada pueden verse por todos los lados también



Un flamboyán al borde de la carretera. El flamboyán es un árbol bastante común en Cuba y su color rojo intenso destaca al contrastar con el verde del resto de la vegetación. Nos dicen los locales que "el flamboyán es como el matrimonio: mucha flor al principio, mucha vaina después" (en el argot cubano, "vaina" es sinónimo de "problema").



Un paseo entre los mogotes...



...y un último vistazo al valle de Viñales, desde las alturas, al atardecer.



Es hora de dejar Viñales. Salimos, en un curioso taxi camioneta en dirección a Playa Larga, cerca de Playa Girón, en la Bahía de Cochinos.



Cualquier tipo de vehículo vale para la autopista, que es compartida por coches, camiones, autobuses, motocicletas y hasta carruajes tirados por caballos.



Esta región forma parte de uno de los mayores humedales del mundo, la Ciénaga de Zapata, y es conocida por ser el lugar donde tuvo lugar la invasión de Bahía de Cochinos, operación militar en la que tropas de cubanos exiliados, apoyados por Estados Unidos, invadieron Cuba en 1961 para intentar formar un gobierno provisional y buscar el reconocimiento de la comunidad internacional. Se desarrollaron combates en numerosos lugares de la Ciénaga de Zapata, siendo Playa Girón el último punto ocupado por los exiliados; la invasión fue aplastada por las milicias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.

A nosotros, cada vez que nos acordemos de la Ciénaga, nos vendrá a la memoria la cantidad de mosquitos que crían en ella y su agresividad. ¡Mira que nos habían avisado, mira que nos habían dicho que al caer la tarde, a eso de las ocho, salen los mosquitos! (sí, sí, parece que tiene hora precisa) Pues nada, nosotros a lo nuestro, paseando por la playa y tomando fotos por aquí y por allá. ¡En la vida habíamos visto tantos mosquitos juntos! Y no son mosquitos, ¡son vampiros! No hay anti-mosquitos que valga, tenemos que volver a casa corriendo y nos encerramos en la habitación para casi ni salir hasta el día siguiente.

Parece una tontería pero en un momento dado tratamos de imaginar qué sentirían antaño los exploradores al llegar a lugares como estos e intentar establecerse de manera permanente. ¡Seguro que por mucho menos se ha echado para atrás una colonización!

Eso no nos ha impedido disfrutar del atardecer a la orilla del Caribe... ¡hasta las ocho de la tarde! :D





Una de las principales razones por las que hemos querido hacer parada en Playa Larga es porque la región es conocida por ser un buen sitio para hacer esnórquel. Descubrimos con agrado que el estado de conservación de los corales aquí (¿puede que en toda la zona del Caribe?) es bastante mejor que en otros mares/países que hemos visitado. Quizás haya menos variedad de peces pero la barrera de coral está en muy buen estado.







Otro precioso flamboyán



Tras esta breve parada en Playa Larga salimos en dirección a Trinidad, pasando por Cienfuegos. Por el camino, otro cartel nos recuerda que estamos en Playa Girón y que el imperialismo yanqui nunca podrá con la Revolución.



Por el camino, cómo no, nos encontramos con otro ejemplo de la destreza cubana a la hora de reparar todo tipo de aparato o dispositivo mecánico. Igual te arreglan una lavadora, que consiguen hacer que vuelva a funcionar un aparato de aire acondicionado o te desmontan un tractor, entre el tráfico, en medio de la carretera.



Para ejemplo este coche completamente desmontado que encontramos en casa de un particular. Estuvimos charlando un rato con el propietario que nos explicó que había desmontado completamente el auto para limpiar el óxido que pudiera haberse acumulado en las piezas metálicas, para engrasar las piezas móviles, para desabollar y repintar el coche completo, y que tendría trabajo para unas tres o cuatro semanas. A estas alturas, podemos estar seguros de que cuando vuelva a montar el coche no le sobrará ninguna pieza y de que todo funcionará a la perfección.



Otro buen ejemplo. Inicialmente nos pareció un coche abandonado pero no lo era puesto que cinco minutos después, cuando volvimos a asomar al balcón, ya no estaba allí.



Desafortunadamente la falta de recursos puede a veces más que la voluntad y los ejemplos de vehículos en estado calamitoso son numerosos, como este autocar



o esta furgoneta de servicios técnicos



Mientras tanto, nosotros tomamos otro taxi chulo chulo que nos lleva hasta Cienfuegos



No sabemos muy bien qué decir de Cienfuegos. No sabríamos decir si la visita merece o no la pena. La ciudad es un poco más grande que lo visto hasta ahora, a excepción de La Habana, y sobre todo más impersonal. Aprovechamos para visitar la ciudad tranquilamente bajo un sol de justicia. No sabemos qué temperatura puede hacer exactamente (creemos que cerca de 40 °C), pero el calor, junto con la humedad ambiente, se hace a ratos insoportable. Que le pregunten a este vendedor de piñas; como para asomarse, con la que está cayendo.



En el parque José Martí, en el centro de la ciudad, donde se encuentran el ayuntamiento, la catedral y el teatro Terry, encontramos este colorido lagarto. Sus colores resultan tan artificiales que al principio pensábamos que era un lagarto de goma que algún crío habría dejado colgado en el árbol.



Un ejemplo más de los coches cubanos (nos vais a llamar pesados, pero son chulos, ¡¿eh?!)...



...y, por cierto, ¡mirad a quién nos hemos encontrado una vez más! ¿Nos vais siguiendo, chicas?



Es hora de tomar un refrigerio. ¡Mojito al canto! Sin duda el cóctel más popular del país. Lo sirven en todos los lados y a cualquier hora. Imaginábamos que gracias a la gran producción de ron del país, y dado el bajo poder adquisitivo de la población, las bebidas serían más asequibles de lo que son pero no es el caso. Los cócteles, las cervezas, las bebidas alcohólicas en general son caras, casi tanto como en Europa. En cualquier caso, no hemos desaprovechado la ocasión... creo que perdimos la cuenta de los mojitos que hemos podido tomar durante este viaje... ¡hic!



Respecto al dinero, a la moneda, la situación actual es cuanto menos curiosa. Hay dos monedas oficiales: el peso cubano (CUP) y el peso cubano convertible (CUC). La conversión entre el CUP y el CUC está fijada en 1 CUC = 25 CUP. El CUP prácticamente sólo es utilizado por los locales y los turistas están forzados a utilizar el CUC. En supermercados y tiendas "oficiales" los precios están marcados en las dos monedas y se respeta siempre la conversión, pero en establecimientos más pequeños el tipo de moneda no está indicado en los precios y, para cosas de poco, uno siempre tiene la duda de si está pagando 25 veces el precio que debería.

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Una de las cosas que más hemos disfrutado en Cuba es la música en directo. Es verdad muchas de las canciones se repiten y en cada actuación se escuchan invariablemente los "hits" más conocidos de la música cubana que, a fin de cuentas, van a atraer la atención de los turistas, pero los músicos tienen un nivel bastante alto y se nota cuando alguno deja de lado la partitura y se pone a improvisar. Ya hemos comentado el excelente nivel de educación del país, el porcentaje de gente con estudios superiores es alto por lo que imaginamos que cuando uno se decanta por la música, siendo el país que es, va a tenerlo todo a su favor para desarrollar al máximo sus cualidades musicales.

En cada bar, restaurante o club social, así como en numerosas calles y plazas, hay música en directo. No sabemos si es así porque los músicos "no tienen nada mejor que hacer" que pasar su tiempo tocando o que no tienen un mejor manera de ganarse el pan que ésta... a nosotros, como viajeros, nos sacan una sonrisa y nos deleitan a cada momento, así que lo único que podemos hacer es agradecer a los músicos cubanos por haber hecho cada día de nuestro viaje un poco más agradable.

Lo del baile es otra cuestión a analizar. No hacen falta más que tres notas seguidas para que la mitad de los cubanos y cubanas presentes se pongan a bailar. ¡Esta gente nace con el ritmo en la piel!



Llegamos a Trinidad, casi última etapa de este viaje. Trinidad es una de las ciudades coloniales mejor conservadas de América por lo que se ganó el ser inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco junto con el Valle de los Ingenios, que representaba una de las regiones azucareras más grandes de la época. Esta producción de azúcar hizo que surgieran en Trinidad las casonas y palacetes tan característicos de esta ciudad.





Si hay una ciudad de Cuba que ha cambiado durante estos dieciocho años es Trinidad. No en lo que a su configuración se refiere sino a las actividad de la población local. La cantidad de negocios orientados al turismo es enorme. Antes era difícil ver un solo coche en las zonas aledañas al centro histórico y ahora hay multitud de taxis, por ejemplo. Los bares y restaurantes se multiplican y son numerosos los clubes que ofrecen música en directo a los turistas. El volumen de turismo en Cuba ha aumentado enormemente estos últimos años y, como ocurre en todas las partes, cuando se hace masivo todo se desvirtúa y pierde la autenticidad. Aun así, sin duda merece la pena visitar esta vieja ciudad.



Tomamos el tren que nos lleva al Valle de los Ingenios, a unos pocos kilómetros de distancia de Trinidad.



Entre sus atractivos se encuentran las haciendas, algunas de las cuales mantienen aún sus sistemas industriales de la época y vestigios propios de la producción azucarera. Entre los ingenios se encuentra esta conocida torre vigía, en la hacienda Manaca-Iznaga, una de las mejores conservadas. La torre, de 45 metros de altura, servía para vigilar a los esclavos en sus labores. Su estado de conservación, a pesar del paso del tiempo, es excelente.



Desde lo alto de la torre hay unas vistas impresionantes de la hacienda y del valle.







Es en el Valle de los Ingenios descubrimos este minúsculo colibrí, que es endémico de Cuba



...y conocemos a estas simpáticas colegialas que nos enseñan y nos explican encantadas los trabajos que han redactado en el cole sobre el cuerpo humano



Tomamos el tren de vuelta a Trinidad...



...y nos damos un último paseo por sus calles...





...donde encontramos esta extraña representación de no sabemos muy bien qué pero, por lo que hemos visto hasta ahora, nos hace pensar en la santería. En Cuba la mezcla de culturas ha dado como fruto una gran variedad de prácticas religiosas y creencias. En la santería cubana se mezclan la religión católica, heredada de la cultura española, y la yoruba, importada por los esclavos provenientes de África. Los santeros, que uno se cruza por la calle de cuando en cuando, son fácilmente identificables porque van completamente vestidos de blanco, con collares y pulseras de su santo o santos, por lo que pensamos que esta figura tiene que tener, a la fuerza, relación con la santería.



En fin, nosotros a lo nuestro. Seguimos con nuestro paseo...



Hay calles y barrios enteros por los que en otros países nunca nos atreveríamos a pasear con la cámara de fotos colgada del cuello, por ejemplo, tal es el aspecto de los mismos: sucios, caóticos, llenos de gente sin nada mejor que hacer que sentarse a la puerta de su casa a ver la vida - y los ricos turistas - pasar, pero en Cuba nos sentimos en completa seguridad. Nadie nos ha dicho ni una palabra más alta que otra, ni una falta de respeto. En este sentido da gusto pasear por las calles de este país.



Aprovechamos para darnos un último chapuzón en una de las playas cercanas.



Fijaos en el estado de esos corales... ¡son magníficos!



Un simpático pez globo que pasaba por allí y que no quiso hincharse para nuestra foto :(



Después del baño, un rico coco-loco



El viaje va tocando a su fin. Disfrutamos de uno de los últimos deliciosos desayunos, con un montón de fruta fresca, que nos han preparado en las casas particulares donde nos hemos alojado.

Y hablando de fruta fresca, una de las cosas que nos ha llamado la atención durante este viaje ha sido la evolución del lenguaje durante estos años: sin duda obligados por las circunstancias, para satisfacer las necesidades del turismo, hay bastantes palabras que han sido adaptadas para hacerse entender más fácilmente... ¡con lo rica que estaba la fruta bomba y ahora uno, para desayunar, tiene que tomar papaya! :D



...y nos despedimos de la misma manera que abríamos este viaje, con una imagen de estos majestuosos y relucientes autos cubanos :)



¡Hasta pronto!