Valle del Loira / Mont Saint-Michel - Mayo 2014 -


De ruta por el noroeste de Francia, pasando por los Castillos del Loira, hasta el Mont Saint-Michel. Una escapada que teníamos pendiente desde hace bastante tiempo.

La concentración de monumentos en esta región es tal que ha justificado la declaración del Valle del Loira como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Como no tenemos tiempo para visitar todos los castillos, nos hemos decidido a visitar los siguientes (¡anda, que no nos ha costado elegir!):

Chenonceau, precioso castillo sobre el río Cher


Tuvimos la suerte de ver a los señores, que estaban en casa ;)




Chambord, majestuoso, el más grande de los castillos del Loira, que fue construido para servir sólo como pabellón de caza para el rey Francisco I. Uno de los atractivos de este castillo es el hecho de que la escalera interior, de doble hélice, (se cree que) fue diseñada por Leonardo da Vinci quien, de hecho, pasó en la región los últimos años de su vida





Chaumont





Seguimos ruta hacia la costa norte, pasando por Rennes. El tiempo no acompañaba demasiado, nada sorprendente, por otro lado, estando en Bretaña, así que la visita fue corta. Un pequeño paseo para apreciar la arquitectura local, visitar la catedral, una primera toma de contacto con los platos típicos locales y poco más



Llegamos a Cancale, localidad de la costa bretona, situada en la bahía del Mont Saint-Michel y que goza de buena reputación por la calidad de sus ostras











En la región, pudimos visitar los pueblos de Fougères, que cuenta con un castillo y numerosos monumentos, fortificaciones y edificios históricos









(pausa para degustar unas buenas galettes bretonas acompañadas de la sidra local)



y Dinan, que también tiene una arquitectura bastante característica









(otra pequeña pausa para degustar las ostras de la región - ¡si es que no paramos de zampar!)



El Mont Saint-Michel, uno de los monumentos más visitados de Francia. Islote situado en la bahía del Mont Saint-Michel (¡quién lo iba a decir!) y clasificado también como Patrimonio de la Humanidad. Las mareas en la bahía del Mont Saint-Michel tienen una amplitud máxima de unos trece metros. Los días de coeficiente máximo la marea sube y baja a lo largo de unos diez kilómetros a una gran velocidad. Un dicho local dice que "la marea vuelve a la velocidad de un caballo al galope" y, por lo que hemos podido comprobar (tuvimos la suerte de pillar una de las mareas de máximo coeficiente), la expresión hace honor a la realidad.





La abadía, que data del siglo VIII o IX, lugar de peregrinaje cargado de historia







Un último vistazo antes de dejarlo atrás...







Visitamos Saint-Malo, que no nos llamó demasiado la atención a pesar de ser una localidad de renombre



Ya en el camino de vuelta, hacemos una parada en Nantes...









...y Poitiers, donde hicimos una última parada para visitar la preciosa iglesia románica de Notre-Dame la Grande y Futuroscope, parque temático multimedia que... bueno, no aconsejamos demasiado visitar por las largas esperas para acceder a las atracciones, entre otras cosas. En caso de ir, prever una época de baja afluencia y, sobre todo, no probar el "Virus attack", que es un infierno ;)








Ha sido corto... pero intenso!