Ciudad de México - Noviembre 2017 -


Salto del charco y visita fugaz de Ciudad de México. Tratándose de una de las aglomeraciones urbanas más grandes del mundo, como podréis imaginar, unos pocos días sirven apenas para hacerse una idea aproximada de lo que representa una ciudad semejante. Aún así os mostramos unas pocas fotos de esta breve escapada realizada por una de nuestras viajeras golominas por motivos profesionales.



Pequeño paseo por el centro histórico de Ciudad de México, donde encontramos, en la calle Madero, la Casa de los Azulejos (que hoy alberga un restaurante).



La monumental plaza de la Constitución, icono de la cultura americana, donde no pudimos disfrutar de los tradicionales mariachis que habitualmente inundan la plaza, porque había un multitudinario concierto que ocupaba la mayor parte de la plaza. En la foto, el Palacio Nacional, cuyo interior alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, destacando el conjunto de murales de Diego Rivera.



Desde la terraza de la torre Latinoamericana se disfruta de una vista privilegia del Palacio de Bellas Artes, que alberga en su interior un museo y el teatro lírico, así como de los permanentes atascos de la ciudad.



En la Alameda Central aún quedaban algunas esculturas de la reciente fiesta nacional del Día de Muertos.



Tuvimos tiempo para hacer una escapada al Pueblo Mágico de Tepotzotlán, donde pudimos visitar el templo de San Francisco Javier (actualmente museo); por desgracia, tras los recientes terremotos, el interior está en restauración y sólo pudimos admirar su espectacular fachada.





Un paseo por el mercado municipal del pueblo para comprar artesanía y degustar alguno de los productos locales en los numerosos puestos de comida y dulces típicos (como este rico "jarrito de tequila", bebida tradicional de las ferias).





Otra referencia más al día de muertos con estos Catrina y Catrín, que nos daban la bienvenida por todos los sitios por donde pasábamos.





Nos despedimos del agradable día, pasado en familia, degustando una rica comida regional en este típico restaurante con música en directo.







Para despedirnos de la ciudad, y reponer fuerzas para el viaje de vuelta, dimos buena cuenta de este "brunch" en un conocido restaurante de la ciudad. Comida que nos ganamos a pulso tras hacer cola durante más de una hora para tener una mesa, tal es la popularidad de este restaurante. El chocolate, preparado con mucho cariño, es uno de sus platos estrella aunque el resto estaba para chuparse los dedos !!!



Un paseo por el barrio de Coyoacán, en el que descubrimos rincones con mucho encanto entre sus templos, casonas y casas coloniales.



Aquí debajo un "árbol de la vida", escultura artesanal en barro, muy típica, que representa en este caso una familia.





Un mercado artesano para recuperar fondos para los talleres textiles destruidos por los recientes terremotos.









Un aperitivo atrevido... que al final no estaba tan malo... crujientito! ;)





Vuelta para casa con el trabajo bien hecho...



...en nuestro primer A380 !!! :D





Alpes II - Septiembre 2017 -


Andamos con mono de montaña, así que hemos cogido mochila y botas y nos hemos ido a la región del Mont Blanc. El otoño se nos ha echado encima pero se anuncia buen tiempo...



...así que, ¡para arriba!



Camino del Lago Blanco, tenemos una panorámica espectacular del macizo del Mont Blanc y desde aquí podemos apreciar la Mer de Glace ("Mar de Hielo") que con 7 kilómetros de longitud es el glaciar más largo de Francia...



...aunque este glaciar está destinado a desaparecer en un breve espacio de tiempo. El volumen del glaciar disminuye drásticamente año tras año y es posible que unas pocas décadas no quede rastro del mismo. Para muestra, la foto de aquí abajo nos indica el nivel que alcanzaba en el año 1990. Si tenemos en cuenta que en el siglo XIX el glaciar llegaba hasta el valle, podemos hacernos una idea de cuánto tiempo le puede quedar.



Seguimos camino arriba y llegamos hasta el lago de Chéserys, con el macizo del Mont Blanc de fondo, al otro lado del valle.



El Lac Blanc:







De bajada, tenemos un encuentro fortuito con un grupo de rebecos que, lejos de asustarse de la presencia humana, nos observan curiosos.





El lago verde, también conocido como el "lago de las cuatro estaciones" :) por donde pasamos hace unos años.





Para la segunda jornada de montaña hemos decidido cambiar de lado del valle y subimos a visitar el glaciar de Bossons. Una marcha que, salvando a pie unos 1000 metros de desnivel, permite tener una visión directa sobre este glaciar que desciende del Mont Blanc.















Al igual que ocurre con la Mer de Glace, y por extensión con todos los glaciares europeos, y casi sin lugar a dudas debido al calentamiento global, el glaciar de Bossons está retrocediendo y perdiendo volumen a una velocidad alarmante. Aquí debajo el aspecto del glaciar hace solamente 10 años:



El retroceso del glaciar comenzó en 1955. Desde 1992 hasta el final de los 90 el glaciar habría perdido 70 metros de espesor. Desde entonces el retroceso se ha acelerado. En junio de 2008, la lengua terminal del glaciar no contaba más que con una fina capa de hielo que acabó por separarse y desaparecer en 2010.

Debajo de estas líneas el aspecto del glaciar en 1890.



Es triste ver como estas maravillas de la naturaleza, de miles de años de antigüedad, están a punto de desvanecerse delante de nuestros propios ojos :'(

Italia / Lagos del Norte - Mayo 2017 -


...un viaje preparado un poco a última hora, deprisa y corriendo, que últimamente andamos bastante ocupados. Elección un poco aleatoria entre varias opciones. El hecho de poder venir hasta aquí en coche ha pesado bastante a la hora de elegir porque, entre otras cosas, nos ahorra el estar buscando billetes de avión.

¡Pues la elección no podía haber sido más acertada! Una escapada perfecta para descansar la cabeza, disfrutar de unos paisajes de ensueño y entregarse al "farniente".



Para llegar hasta la región de los lagos del norte de Italia, decidimos atravesar Suiza, que nos sale más a cuenta en distancia y en precio, ya que tenemos pagados los peajes de las autopistas, del último viaje que hicimos por tierras helvéticas.

La primavera está ya bastante avanzada pero unas nevadas tardías nos devuelven a los paisajes invernales al atravesar los Alpes hacia el sur...



...y al mismo tiempo, nos dan un "toque" a los paisajes que se pueden disfrutar desde la orilla de los lagos. Aquí debajo, el primero de los lagos, el lago Mayor, con su exuberante jardín botánico de la isla Madre.





Desde la isla de los Pescadores hay también una bonita panorámica con los Alpes de telón de fondo.





Dejamos atrás el lago Mayor y nos dirigimos hacia la isla de Orta. La etapa no ha sido muy larga pero aprovechamos la tranquilidad de Orta de San Giulio para sentarnos a tomar un vino de la región y descubrir, asombrados, las buenas costumbres locales. ¡Fijaos en el tamaño de esta tapa que nos han puesto con los vinos!



Merece la pena darse un paseo al anochecer para ver la isla de San Giulio desde la orilla del lago. El pueblo desprende serenidad.



Al día siguiente zarpamos, en nuestro yate privado, rumbo a la isla, que se encuentra como a 200 metros de la orilla :D En cada calle de esta pequeña isla podemos observar carteles con frases ingeniosas que instan a los turistas a preservar y disfrutar de la belleza del silencio.





En las inmediaciones del pueblo se encuentra el Sacro Monte de Orta, santuario incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2003, y que consta de veinte capillas, que trazan un itinerario entre una rica vegetación, narrando la vida de San Francisco de Asís con frescos y esculturas de terracota.





Un último vistazo para disfrutar de la isla de San Giulio desde las terrazas del Sacro Monte, y continuamos camino.



Nos salimos un poco de la ruta de los lagos para ir hacia el sur y visitar Milán de pasada. Visita obligada al Duomo...





...por donde ya habíamos pasado hace como 25 años... un cuarto de siglo :o !!!!. Al Duomo, sin embargo, no se le ha notado el paso del tiempo.



La galería de Victor Manuel II, donde se encuentran algunos de los cafés y comercios más conocidos de Milán.



De vuelta por el Duomo, nos encontramos a nuestras amigas. ¡Es que no paran!



Volvemos a la ruta prevista y, de paso, visitamos Bérgamo que cuenta, entre otros monumentos de interés, con la Capilla Colleoni.



Retomamos la ruta de los lagos y nos dirigimos hacia el lago de Garda, el más grande de los lagos del norte de Italia. Comenzamos la visita por Sirmione, bonito pueblo que cuenta con un castillo medieval y las ruinas de una antigua villa romana.





Saló, que fue capital de facto de la República Social Italiana, estado títere de la Alemania nazi durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial.



Torri del Benaco, donde tras un paseo por el colorido puerto...





...nos tomamos otro pequeño respiro :)



Para acabar el día, y completar el tour del lago, un paseo por el pueblo del Lazise, al atardecer.



Habiendo llegado al punto más alejado de nuestro viaje, iniciamos el camino de vuelta pasando por Brescia, que fue un importante enclave regional desde tiempos pre-romanos y que cuenta con numerosos monumentos romanos y medievales. A nosotros nos ha llamado especialmente la atención la catedral vieja, también conocida como "la rotonda" por su curiosa planta circular.





Aquí debajo un detalle del reloj astronómico de la Piazza de la Logia.



Para acabar este viaje, llegamos al lago de Como, el que más ganas teníamos de visitar.



A orillas del lago hay numerosos palacios y villas, y debido a su particular encanto, el lago ha atraído históricamente a numerosos personajes célebres. Aquí debajo Villa Carlotta, que tiene un precioso jardín botánico.





El pueblo de Varenna





El lago visto desde Menaggio





...y tomamos el ferry que nos lleva de vuelta a la otra punta del lago.



Para acabar este viaje, hacemos una visita rápida al pueblo de Como, que da nombre al lago. Aunque se trata de una localidad interesante, donde cabe destacar su catedral, no tiene el encanto de los pueblecitos que hemos visitado a orillas del lago.



Como el viaje va de lagos, no perdemos ocasión de hacer un alto en Lausana, a orillas del lago Lemán, que ya visitamos anteriormente con un poco más de calma.





Seguimos el curso del Ródano, de vuelta a casa...