Aunque el objetivo de esta visita no era otro que darnos una buena panzada en una de las bodegas de vino de la zona - ahora que casi todas disponen de buenos restaurantes con los mejores "chefs" - aprovechamos para dar un paseo por el castillo y por el centro de Peñafiel, mientras bajábamos un poco la comida.







¡¡Viva la Ribera del Duero!!