Albi es otro de esos lugares 'incontournables', como dicen los franceses. Se sitúa a orillas del río Tarn, de donde se tomaron las arcillas para elaborar los ladrillos rojos que caracterizan su arquitectura local.
Comenzamos la visita por la Catedral de Santa Cecilia, clasificada en 2010 como patrimonio mundial de la UNESCO y construída en ladrillo, como no podía ser de otra manera.
Sorprende la gran riqueza artística del interior, en pinturas y esculturas, en contraste con la austeridad del exterior, que asemeja una fortaleza militar.























