Estocolmo - Mayo 2013 -


Tras una primavera que nos ha tenido confinados en casa (con tanta lluvia) hemos cogido ritmo y nos hemos hecho otra escapadilla de fin de semana largo. Esta vez viaje relámpago a Estocolmo, capital de Suecia. Es cierto que tenemos pendiente un viaje un poco más extenso por las capitales bálticas pero no hemos querido dejar pasar la oportunidad de conocer esta capital a la que teníamos tantas ganas.

Comenzamos la visita por el exterior del ayuntamiento a orillas del lago Mälaren. Por cierto, merece la pena hacer la visita guiada por el interior del ayuntamiento donde te explican todos los detalles sobre la historia y vida política de la ciudad y, por otro lado, te hace sentir como uno de los galardonados con el premio Nobel, que se entrega aquí cada año :)





Seguimos con la visita en el Palacio Real y las históricas callejuelas del Gamla Stan, la ciudad vieja





El Dramaten, teatro y escuela de teatro dramático



Una pianista improvisando en plena calle ;)



De vuelta en Gamla Stan, para ver el atardecer a orillas del lago con el ayuntamiento de fondo...




Una de las cosas que más nos atraía de Estocolmo es su archipiélago, formado por miles de islas. Hoy hemos decidido darnos un paseo en barco para conocer Grinda, una de las islas más populares. ¡Vaya si ha merecido la pena! Tanto el paseo en barco, entre los canales que forman el archipiélago, como la jornada de marcha por la isla han sido de lo más reconfortante. Dan ganas de quedarse por estos lares, una temporadita, a recargar pilas :)











Uno de los lugares que uno no debe dejar de visitar en Estocolmo es el Museo Vasa, que acoge el famoso buque de guerra con dicho nombre. Famoso por su tamaño y por su majestuosidad pero, sobre todo, porque a los pocos metros de dejar el muelle en su viaje inaugural, el Vasa volcó y se hundió en las inmediaciones del puerto. Varios siglos después fue rescatado del fondo del mar y reconstruido para ser expuesto al público. En cualquier caso, merece la pena visitar el museo para conocer la historia de este imponente barco.



Un paseo por las inmediaciones del puerto donde encontramos este velero reconvertido en restaurante



...y la omnipresente corona, símbolo de la Monarquía Sueca



Nuestras compañeras de viaje, que nos facilitaron bastante la vida al recorrer la ciudad




Y un último vistazo a la ciudad desde lo alto



Por cierto, mirad a quienes nos hemos encontrado en Estocolmo... ¡¡Las auténticas Golominas que también estaban de viaje!!



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